Hoy vamos a elaborar con el aceite de Oliva Virgen Extra, que nos va sobrando jabón. Un producto natural y de muchísimas cualidades y beneficios dermatológicos. Es recomendado su uso para:
- Reciclamos el aceite usado y de esta forma evitamos la contaminación de las aguas.
- Es importante que la sosa sea en escamas.
- Se puede utilizar cualquier tipo de aceites o grasas, comestibles.
- Aunque el aceite o la grasa estén rancias, o huelan, cuando se hace jabón pierde esas características. Eso sí, cuanto más limpio mejor sale en cuanto a calidad y sobre todo si se va a utilizar en el uso de nuestro aseo personal, utilizad aceites sin usar, aunque sean baratos.
- Para quitar las manchas en la ropa y desinfectarlas es muy bueno.
- Recomendado para todo aquel que tenga problemas de hemorroides, es bueno lavarse con agua fría y con este jabón.
- Si un bebé está estreñido, podemos hacer un bastoncito largo, fino por un lado y algo más grueso por el otro, se moja con aceite y se le pone al bebé en la salida del conducto anal, con cuidado, manteniéndolo así. Es un consejo de las abuelas, muy antiguo, y os aseguro que funciona.
- Para desinfectar heridas.
- Podemos añadirles aromas, miel, aloe vera, ….. Ya haré alguno con alguno de estos ingredientes, así veis como queda.
- En la lavadora, poniendo una pequeña dosis de jabón rallado “activador del lavado”, como dicen ahora.
- Es buenísimo para lavarse el cabello graso, queda limpio, suelto y sin nada de grasa. A demás, si te enjuagas con vinagre después, aunque después la aclares con agua fría. Conseguirás un brillo en el pelo increíble.
Ingredientes
1 l de aceite usado
1 l de agua templada
180 g de sosa cáustica
1 l de agua templada
180 g de sosa cáustica
Preparación
- En un barreño ponemos el agua y la sosa, este barreñito lo utilizo sólo para esto, como veis ya tiene años. Removemos con una espátula de madera para que la sosa se disuelva, tened cuidado ya que puede quemar y sus vapores dañar, pero con un mínimo de cuidado no hay peligro.
- Añadimos el aceite mientras removemos con la espátula. Como veis el aceite parece limpio, pero está muy filtrado para que no tenga impurezas.
- Removemos la mezcla con fuerza. O bien batimos con la batidora de mano (este experimento lo he realizado con el último jabón que he hecho y ha salido genial).
- El paso de batir la mezcla durará hasta que el jabón adquiera una consistencia de crema suave y quede blanquecino, su color natural. Si lo realizamos manualmente durará mucho, pero si es con máquina se reduce muchísimo.
- Forramos un recipiente con varias capas de papel de periódico para que vaya absorbiendo el agua que suelte el jabón, y sobre este pondremos dos capas de papel de horno, para que así no se quede la parte inferior impregnada de la tinta del periódico.Volcamos con cuidado todo el jabón en el recipiente preparado para ello.
- A las 24 horas comprobamos que ya ha cuajado, pero aún no está seco del todo, es cuando hay que trocearlo para que este proceso se haga con mayor facilidad. Aquí tenéis el jabón, que ha quedado blanquito y muy fino.
- También podemos utilizar otro recipiente para guardar el jabón, es simplemente utilizar una botella de plástico de las del agua, una vez esté batido el jabón se llena con esta pasta la botella, después de dos o tres días pinchamos varias veces con una aguja la parte inferior para que vaya drenando, cuando esté ya bastante cuajado pero sin que se seque el jabón demasiado, vamos haciendo rodajas, cortando también el plástico, de esta forma quedará en forma de discos. Luego lo dejamos secar del todo. Es una forma distinta a la habitual y queda muy bien también.
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