Por fin Semana Santa, echo la vista atrás y veo a toda la familia reunida… Misas, Santos Oficios, para unos, partidas de cartas para otros, procesiones para todos y los más pequeños corriendo por los pasillos de la casa de la abuela, que se nos hacía inmensa… y todos, todos, todos, esperando a que alguien diera la alerta… “¡LAS TORRIJAS YA ESTÁN HECHAS!”. Se acabaron las otras tareas,: "A por ellas", y otra excusa mas para volvernos a juntar en el comedor de la casa…
Esos tiempos ya quedaron atrás, pero, aunque cambian los personajes, cuando llega esta semana del año, seguimos esperando ansiosos a que llegue ese rato de unión, el de las torrijas… En casa ese momento se dio ayer, y me gustaría poder compartir con vosotros la receta de esas torrijas que empezó enseñándonos a hacer mi abuela, y que hoy prueban sus biznietos…
Es muy sencillo… Necesitaremos,
- Pan (del día anterior o especial para torrijas, a día de hoy casi en cualquier supermercado podéis encontrarlo)
- 1L. de leche.
- 4 huevos.
- Azúcar.
- Canela molida.
- Agua.
- Y aceite, mucho aceite. Y de oliva, que así tardará más tiempo en oscurecerse al freir las torrijas. Nosotros OleoBética Picual.
¿Tenemos todos los ingredientes? Pues vamos a cocinar.
- En una sartén grande, pon a calentar una buena cantidad de aceite.
- Bate 2 huevos, añádeles la leche y remueve hasta lograr una mezcla dorada.
- En otro plato bate los otros dos huevos.
- Moja las rebanadas de pan en la leche, pásalas por el huevo y ponlas a freir, sólo cuando el aceite esté bien caliente.
- Sácalas cuando estén doradas y pásalas a un plato con papel de cocina para que dejen los restos de aceite.
- ¿Hemos dicho que tenías que juntar el azúcar con la canela molida hasta lograr una mezcla marroncita y deliciosa? ¿No? ¡Pues hazlo!
- Espolvorea las torrijas con el azúcar/canela. Y vete poniéndolas en una fuente profunda.
- Prepara un almíbar. Ya sabes, agua, azúcar y a hervir. A nosotros nos gusta que no se espese mucho, pero aquí cada cual.
- Ahora baña las torrijas con el almíbar. Sí, sí, he dicho “baña”, no moja, que a nosotros nos gustan blanditas.
- Déjalas, si puedes resistirte, un ratito.
- Ármate de cuchara y nada de miedo a las calorías, que aún queda mucho para la operación bikini.
¿Os han gustado como han salido? ¡Cuéntanoslo!